miércoles, 5 de noviembre de 2014

¡Si se puede!


He subido a mi Facebook esta foto que tomé a un mural callejero en un viaje a Cuba, y una amiga me ha preguntado por su significado.

Resulta que estuve hablando con ella hace unas semanas sobre la situación política actual, y ahora, al ver la imagen en mi muro, ella la interpreta como una expresión de voluntad de votar a Podemos.

Si, como decía El Mundo Today "se celebraran hoy las elecciones y me molestara en ir a votar", es probable que votara a esta opción política, a pesar de que su programa me parece poco realista y hasta peligroso en términos de seguridad y estabilidad económica. Votaría a Podemos por razones que no voy a explicar aquí, pero que conozco y comparto con mucha gente que me rodea.

Pero me gustaría volver a la foto que saqué en Cuba y detenerme en ella. La imagen muestra un error de ortografía. Seguramente quien lo dibujó debía escribir "sí, se puede" (con tilde), enalteciendo fervores revolucionarios, pero se equivocó y escribió "si se puede"... en condicional.

Cuando vi esta pintada sobre un muro en las afueras de La Habana (Cojímar), me pareció una referencia irónica e involuntaria a la distancia que hay entre el entusiasmo y la apatía, a veces una pequeña línea divisoria que se basa en un matiz de observación.

Pensé en Freud y en sus "actos fallidos", que nos hacen expresar algo distinto de lo que pretendemos conscientemente, a menudo manifestando un hecho inconsciente.

Quizás a través de ese resquicio mínimo que es una tilde, en esta imagen se escapaba una expresión reprimida de esta cuerda floja en la que se balancea la revolución cubana después de tantos años.

Pero al ver la pregunta de mi amiga hoy sobre si iba a votar a Podemos, he pensado que esta pintada que me encontré en Cuba no solo tiene que ser sobre Cuba.

Quizás también vale para muchas otras situaciones; quizás me sirva, con su dualismo, para representar hoy un contexto y un estado de ánimo (ni ilusionado, ni resignado) que comparto con tantos otros.